3/8/09

Técnicas para conseguir el orgasmo en tu pareja (2/2)


Los hombres casi siempre estamos obsesionados porque nuestro desempeño con el pene sea espectacular. Queremos ser héroes y ser capaces de estar horas y horas en el mismo plan. Quítate eso de la cabeza : es la idea que te han vendido las películas porno y los cuentos eróticos. Si quieres dejarla satisfecha y feliz, llévala a un orgasmo; pero no necesariamente siendo diestro en el manejo del sable, sino también usando otros medios. Hemos visto tres ejemplos en la primera parte de este artículo; en esta segunda parte, otros cuatro. Aplícalos cuando ella ya esté húmeda y con la respiración jadeante.

La humedad es buena

El contacto contínuo con el clítoris es esencial para que ella llegue a un orgasmo, pero sin la lubricación adecuada, el proceso se puede convertir en incómodo y hasta doloroso. La lubricación incrementa la comodidad y la velocidad de la penetración y frotación del clítoris, pero a veces, no importa cuán excitada pueda estar una mujer, puede tener problemas para humedecerse.

Prueba poniéndote un par de gotas de lubricante en el extremo de tu compañero. Luego empuja con movimientos cortos y rítmicos mientras presionas tu cuerpo contra su pubis. No uses demasiado lubricante o tendrás la sensación de un hot dog en un gran salón.

No olvides el cuello

Los cuellos son una fuente interminable de sensaciones: la piel es delgada, las venas están cerca a la superficie y está lleno de terminaciones nerviosas. Psicológicamente, puede hacer recordar a algunas mujeres sus primeras experiencias sexuales, lo cual podría hacer el momento más excitante. Eso sí: nada de chupones, por favor. No chupes.

Cuando estén teniendo sexo y ella esté claramente por llegar al orgasmo, roza tus labios desde su clavícula hasta su mentón y luego dale besos largos y apasionados hasta que explote.

Tampoco dejes de hablar

Hay muchas mujeres “verbales” (muchísimas) para las que algunas palabras en especial susurradas al calor del momento pueden obrar maravillas.

Comienza halagándola o diciéndole cuán bien te hace sentir. Si no te dice nada, puede que no sea verbal. Si te dice “ah, sí” o alguna otra frase entusiasta, es que ella quiere más. A otras muchas mujeres las excita cuando su pareja les describe explícitamente lo que están haciendo, pero hay que ser cuidadoso. Algunas palabras las vuelven locas, otras les causan rechazo.

Construye tu propio glosario. Una conversación aparentemente tonta y en tragos en donde se nombren apodos “anatómicos” no es una mala idea. Y si ella se horroriza de lo que dices, sólo dile “perdóname, me entusiasmé”.

Una nota adicional: evita comentarios alentadores del tipo “¡vamos, tú puedes!”.

Las maquinitas

Es un hecho que muchas mujeres pueden llegar al clímax sólo usando un vibrador . Si tu pareja nunca alcanza la nota alta sin importar lo que hagas, pregúntale si alguna vez ha tenido un orgasmo provocado por un juguete sexual. Si te dice que no, puedes llevarla a un mundo completamente nuevo de juegos.

Si es mayor de 30, podría decir que te diga que sí, y estará más que feliz de sacar su vibrador del cajón. Luego de preguntarle qué presión y qué velocidad prefiere, todo lo que tienes que hacer es sostenerlo contra su clítoris mientras te mueves de una posición a otra. Y disfrutar el show, claro.